El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos se celebra el 7 de junio de cada año con el objetivo de crear conciencia, promover y facilitar la adopción de prácticas seguras de manipulación de alimentos para garantizar que los mismos sean inocuos y, de esta manera, reducir el riesgo de las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETAs).
La inocuidad de los alimentos es la ausencia, o niveles seguros y aceptables de peligro en los alimentos que pueden dañar la salud de los consumidores. Los peligros transmitidos por los alimentos pueden ser de naturaleza microbiológica, química o física y con frecuencia son invisibles a simple vista: bacterias, virus o residuos de pesticidas son algunos ejemplos.
Así la inocuidad juega un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria: desde la producción hasta la cosecha, en el procesamiento, el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, en la preparación y el consumo.
Desde la Dirección de Bromatología se informan las cinco claves para una correcta manipulación de los alimentos.
MANTENÉ LA LIMPIEZA: porque en la tierra, el agua, los animales y la gente se encuentran microorganismos peligrosos que causan enfermedades originadas en los alimentos.
- Lavate las manos antes y durante la preparación de alimentos.
- Lavate las manos después de ir al baño.
- Lavá y desinfectá las superficies y utensilios usados en la preparación de alimentos.
- Protegé los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y otros animales.
SEPARÁ LOS ALIMENTOS CRUDOS DE LOS COCINADOS: porque los alimentos crudos, especialmente carne, pollo, pescado y sus jugos, pueden estar contaminados con microorganismos peligrosos que pueden transferirse a otros alimentos.
- Usá utensilios diferentes para alimentos crudos y para cocidos, como cuchillas o tablas de cortar.
- Conservá los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
COCINÁ COMPLETAMENTE: porque la correcta cocción mata los microorganismos peligrosos.
- Cociná completamente los alimentos, especialmente carne picada, pollo, huevos y pescado.
- Herví los alimentos como sopas y guisos para asegurarte que alcanzaron 70°C (158°F).
- Recalentá completamente la comida cocinada.
MANTENÉ LOS ALIMENTOS A TEMPERATURAS SEGURAS: porque algunos microorganismos pueden multiplicarse muy rápidamente si el alimento es conservado a temperatura ambiente, ya que necesitan alimento, humedad, temperatura y tiempo para reproducirse.
- No dejes alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.
- Refrigerá lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecibles, preferiblemente por debajo de los 5ºC.
- Mantené la comida caliente, arriba de los 60ºC.
- No descongele los alimentos a temperatura ambiente.
USÁ AGUA Y MATERIAS PRIMAS SEGURAS: porque pueden contener no sólo microorganismos sino también químicos dañinos.
- Usá agua tratada para que sea segura.
- Seleccioná alimentos sanos y frescos.
- Elegí alimentos ya procesados, tales como leche pasteurizada.
- Lavá las frutas y hortalizas, especialmente si se comen crudas.