Cuando Miguel Plaza Montero, en 1878, donó parte de sus tierras para que los ciudadanos de Las Flores tuvieran un lugar de esparcimiento y de ocio, nació el Parque Paseo Colón en derredor de las aguas de la Laguna del Difunto Manuel.
Fue Román Harosteguy quien bajo su mandato, al morir Plaza Montero en 1896, instó para que el Concejo Deliberante de la época le cambiara el nombre por el de Parque Plaza Montero en honor a su mentor. Desde allí comenzó un proceso de mejoras como fue la primera iluminación merced al trabajo que realizara Arturo Alba que dotó al parque con el tendido eléctrico necesario.
En 1914, por la gran sequía, la laguna se quedó sin agua y en su cauce se organizaron eventos.
Los primeros caseros que habitaron la casa del Parque y estaban a su cuidado fue el matrimonio de María Solimbena y Lucio Solimbene, abuelos maternos de la familia Barragán.
En 1926 se le realizó una entrada artística que ya hoy no existe, un canal, un puente y una avenida de circunvalación.
El 6 de enero de 1933 el intendente Ubaldo Hernández lo inauguró como balneario. Se construyeron los vestuarios, juegos para niños, parrillas.
Las mejores y nuevas construcciones edilicias continuaron y entre los años 1936 y 1939, el intendente Alfredo Cruz Almada ordenó la construcción del murallón que remplazó a las barandas de madera, se edificó la confitería con forma de barco, las escalinatas, el galpón guardería de botes y demás mejoras. Todas las edificaciones estuvieron bajo la conducción del ingeniero Aquiles Ortale.
El 25 de Mayo de 1950, se delineó e inauguró la pista de automóviles de tierra General San Martín. Durante ese mismo período, el intendente Juan José Canune decidió la construcción de los arcos de entrada. Uno que marcaba el camino a la salida del actual acceso Roberto Trucco que hoy ya no existe y el otro ingreso, pre inventariado como Patrimonio Histórico, es el que se encuentra en la zona de la Ruta Nacional N° 3.
En la continuidad de la línea de tiempo trazada en este relato, también se destaca que entre los años 1958 y 1963, funcionó un zoológico en un sector del Parque donde actualmente hay una canchita de futbol.
El 31 de mayo de 1970, Roberto “Toto” Trucco, como hombre de Las Flores Automóvil Club, con un fuerte apoyo comunitario, consigue la gran obra de poder construir el asfalto y transformar a la vieja pista de tierra en el Autódromo General San Martín de Las Flores. En su etapa de funcionamiento pleno, con competencias automovilísticas nacionales, fue uno de los grandes circuitos de la Argentina y orgullo de la ciudad.
El 17 de Julio de 1971, de acuerdo a los datos aportados por la Directora del Archivo histórico Municipal Nora Genaro, el Parque Plaza Montero pasó de la provincia a titularidad municipal dentro de un orden catastral.
Con el paso de los años, entrados los 80 y durante varios períodos que incluyeron el gobierno de facto y los democráticos que le sucedieron, el Parque Plaza Montero fue perdiendo el valor y el interés que contrastaba de manera significativa con la idea original de nuestros antepasados que con pasión y dedicación lo habían transformado en el lugar de esparcimiento predilecto de nuestra comunidad.
En el año 2003, a partir de gestiones del intendente Alberto Gelené, el Parque Plaza Montero comenzó a recuperar gran parte de su esencia. Se recuperó el tendido eléctrico en todos los sectores del Parque, se restauraron y colocaron nuevos juegos y aparatos de gimnasia, se creó un área protegida de la fauna autóctona pampeana y se realizaron durante un largo período de tiempo diversas competencias deportivas de motos, kartings, bicicletas, Kayacs.
A todo lo mencionado se sumaron eventos como los de la Atada de Carruajes, los Encuentros de Pintores, encuentros Corales, por citar solo algunos de los tantos realizados durante este proceso de recuperación definitiva.
Hoy el Parque Plaza Montero es el lugar de esparcimiento de todos los florenses y de turistas que cada fin de semana se acercan y disfrutan de su naturaleza, tranquilidad, comodidad y paisaje.
Aquel sueño de su ideólogo y mentor Miguel Plaza Montero para que la comunidad tuviera su lugar de esparcimiento, en la actualidad es una realidad y el viejo Parque Paseo Colón, ese magnífico pulmón verde, junto a las aguas de la Laguna del Difunto Manuel, es una de las joyas más preciadas de la comunidad florense.