PREVENCIÓN Y CONTROL DE MURCIÉLAGOS: PROTOCOLOS DE EXCLUSIÓN RESPONSABLE

martes, 22 octubre 2024

La Dirección de Bromatología y Cuidado Animal, dependiente de la Secretaría de Salud Pública, informa a la comunidad sobre la importancia y correcta implementación de los protocolos de exclusión de murciélagos. El objetivo es preservar tanto la salud pública como el bienestar de estos animales.
¿Por qué es necesaria la exclusión de murciélagos?
Los murciélagos desempeñan un rol fundamental en el ecosistema al controlar plagas de insectos. Sin embargo, en ocasiones, pueden ingresar a viviendas o edificios, lo que puede ocasionar problemas de convivencia con el hombre por los ruidos, olores o deterioro de materiales. Si bien estos animales no son agresivos ni peligrosos, suelen generar temor debido a mitos o falsas creencias. Aunque existe la posibilidad de que contraigan rabia y la transmitan, esto sucede con muy baja frecuencia y solo ocurre por contacto de su saliva infectada con una herida abierta.
¿Qué son los protocolos de exclusión?
Los protocolos de exclusión son técnicas seguras y humanitarias diseñadas para evitar que los murciélagos ingresen o permanezcan en espacios cerrados. Es crucial aplicar estos métodos de manera adecuada para no dañar a los animales, ya que los murciélagos están protegidos por la ley debido a su importancia ecológica.
Recomendaciones para la Exclusión Segura:
1. Inspección del lugar: Identificar puntos de acceso por los que los murciélagos podrían ingresar, como grietas, rendijas o agujeros. Estos pueden ser detectados por manchas de grasa en sus alrededores o heces en el suelo.
2. Uso de dispositivos de exclusión: En los puntos de acceso identificados, instalar válvulas unidireccionales o dispositivos que permitan la salida de los murciélagos sin posibilidad de reingreso. Estos deben permanecer instalados durante al menos 10 días. Los dispositivos recomendados incluyen mallas mosquiteras, cortinas y tubos de PVC.
3. Sellado definitivo de accesos: Una vez confirmado que no hay más murciélagos en el lugar, se deben sellar permanentemente las entradas. Los orificios detectados deben ser sellados con espuma de poliuretano expandible en aerosol, siliconas o productos similares. Además, se recomienda un mantenimiento anual para reemplazar materiales deteriorados que puedan generar nuevos accesos.
4. Evitar intervención durante los períodos de cría: Es importante no realizar la exclusión en los meses en los que las crías dependen de sus madres, generalmente entre octubre y marzo.
¿Qué hacer si encuentra un murciélago en su hogar?
– Quienes encuentren murciélagos de día, heridos o muertos, deben aislarlos, por ejemplo, colocando un balde, y comunicarse inmediatamente con la Dirección de Bromatología y Cuidado Animal para que puedan tomar las muestras pertinentes.
– Aunque parezca muerto, no se debe tocar: se debe evitar la exposición a mordeduras. Alejar a los niños y mascotas del lugar.
– Enseñar a los niños sobre el riesgo de jugar con murciélagos: no son una mascota, no se debe tratar de alimentar ni manipular. No es habitual que estos animales estén visibles de día y menos en el piso, siendo en estos casos muy probablemente un animal enfermo, con altas probabilidades de tener y contagiar rabia.
– Si el murciélago mordió a una mascota, debe comunicarse con la Dirección de Bromatología o consultar con un profesional veterinario.
– En caso de sufrir una persona una mordedura, lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni otro desinfectante, y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un médico.
– La mejor manera de prevenir es vacunando contra la rabia a perros y gatos a partir de los 3 meses de edad y repitiendo la vacunación anualmente toda su vida.
¿Cuáles son sus síntomas?
En las personas los síntomas que deben hacer sospechar el diagnóstico de rabia son: fiebre, inquietud, dificultad para tragar, dolor de cabeza, sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, días después de haber sido agredido por un animal.
Una vez que comienzan los síntomas, es una enfermedad que no tiene cura y puede producir la muerte.
En los perros y gatos los síntomas incluyen cambios de comportamiento, agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte.
Para más información y consultas dirigirse a la Secretaría de Salud Pública en Av. Rivadavia 363, teléfono 441570, o a la Dirección de Bromatología y Cuidado Animal en Av. Manuel Venancio Paz Nº 1114, teléfono 442236, celular 466040.

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